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La Dama de Dos Caras


¿Por qué? Se pregunta la dama de dos caras. No tiene mañana, no tiene noche, ni tan siquiera tiene sueño, solo le queda soñar despierta.
Si no se mete con nadie ¿Por qué todo el mundo la odia? ¿Por qué nadie la cuida? ¿Por qué ya nadie la mima? ¿Por qué piensa a veces que no es lo suficiente buena para nadie?
Tiene mucho tiempo para pensar en lo que le sucede, y para preguntarse miles de porqués, pero todos sus pensamientos se convierten en agonía. Vive en total y absoluta desesperación la dama de dos caras. Ya no le quedan esperanzas. Solo horas y más horas de insufrible agonía. Los segundos pasan por su vida igual que millones de años.
Su mirada se pierde en el vacío de su ventana donde los pájaros ya no cantan para ella, los árboles desnudos ya no bailan, por donde los mares inundan su casa y los vientos soplan desafiantes, por donde ya no entra el calor de la bondad y la amabilidad, sino el fuerte hedor del pánico y el terror. Lugar desde donde observa a los animales que tratan de huir por miedo a ser descubiertos, desde donde hace tiempo escuchaba reír a sus amigos que ya no están y desde donde sufre viendo a sus niños jugando a ser mayores.
Trata de imaginar como sería si ella, la dama de dos caras, volviese a ser lo que fue. La dama de blanco de todas las bodas, objeto de todas las miradas y de los mejores deseos. Volver a ser esa niña inocente e inquieta que baila descalza sobre la arena de la playa, que sueña cada segundo con su príncipe azul, volver a tocar el cielo con las manos y que su corazón vuelva a sentir el placer de amar y ser amada. Quiere volver a ser respetada. Desea volver a sentirse la reina de la fiesta.
¿Pero como hacerlo? No puede hablar la dama de dos caras. Atada de pies y manos se retuerce de dolor. Trata de pedir ayuda de las más inimaginables formas, mas no consigue que nadie la perciba. Todos pasan de largo al igual que los trenes hacia Auswitch.
La dama de dos caras no sabe lo que es la gripe, pero ha padecido millones. Ya no respira aire puro, sus pulmones se colapsan de mierda. No quiere llorar, sus lágrimas irritan su piel. Su cuerpo está lleno de llagas producidas por los que mas han de quererla. No tiene cáncer, tiene jefes de estados.
Si “La vida es sueño”, la dama de dos caras, la Madre Tierra, sólo vive una pesadilla.


By A. Mujica Lorenzo with 4 comentarios

4 comentarios:

  • Anónimo says:

    El dinero es una tentacion demasiado grande para muchas personas. Mientras el dinero mueva el mundo la "dama de dos caras" seguira inmersa en esa pesadilla sin fin...

    Kingvaj (javi de malaga xD)